La Ley Innata - Extremoduro

Hoy vamos a analizar la obra maestra del rock español. "La ley innata" no es un disco, es la octava maravilla. Desde que salió a la venta ha supuesto un antes y un después en la forma de entender la música en España y gran parte de Latinoamérica. 

Hay discos malos, los hay decentes, los hay buenos, los hay buenísimos y luego ya, tres o cuatro peldaños por encima está La Ley Innata. Robe Iniesta, poeta y cantante, dio todo y más para, en compañía de Iñaki Antón, obtener estos seis cortes de bella lírica, fantásticas armonías y melodías que enamoran y encandilan a cualquiera (por muy ajeno al rock que sea) que le ponga una oreja.

Vamos por partes...

"Dulce introducción al caos". Nunca un nombre ha estado tan bien puesto. Este corte es dulce, con esos arpegios, los punteíllos de Uoho, la voz pausada y reposada de Robe, una batería contundente pero que se deja caer y unas líneas de bajo magníficas consiguen crear una atmósfera dulce, tranquila, al menos al principio, pues el tema va galopando llegando a pasajes donde se rompe la tranquilidad. Es una introducción al caos que nos espera después en los demás temas.

"Primer movimiento: el sueño". Es, para mi gusto, el que menos me gusta, pero eso no quita que sea una canción sobresaliente (las canciones de este disco tienen mucha competencia entre sí como para poder elegir la mejor). "La vida es roja si te vas"...

"Segundo movimiento: lo de fuera". Esta es mi canción. Lenta, luego fuerte, luego lenta, luego fuerte. Lo tiene todo: letra más que excelente, unas melodías espectaculares. Aparte, contiene mis versos preferidos del universo extremoduriano: "Pensaba que sería frío el amanecer, te equivocabas otra vez: ¡¡quemaba!!"

"Tercer movimiento: lo de dentro". El tema burro, de rock duro, el Extremoduro de siempre pero con la sabiduría de ahora. "Luz, maldita sea la luz que me desvela". Una canción que anima a cualquiera, pues desprende una energía única. "Si quiero ir a la moda necesito una pistola" es una frase que me marcó cuando salió el disco. Tremenda realidad.

"Cuarto movimiento: la realidad". El tema más bonito del rock español. Sin llegar a ser una balada, alejada de los tópicos de como hacer una canción bonita, llega a serlo. Porque es Robe en su máximo esplendor. Es Uoho haciendo maravillas con los dedos. Es el señor Colino con esas líneas de bajo que remueven los adentros. Es Cantera galopando sobre los versos de Robe con esa elegancia que solo él conoce. Esta canción no se puede explicar con palabras, solo se puede escuchar una y mil veces.

"Coda flamenca". Cuando salió el disco he de reconocer que no me hizo demasiado efecto esta canción, me pareció como algo que desentonaba con el resto del disco. Pero el tiempo (bendito tiempo) me hizo escucharla más detenidamente, con más calma, saboreando esa letra sobrecogedora... "El fuego del infierno ya es solo humo", esos arranques flamencos de la voz adormecida que nos muestra el Robe en el 80% del disco y que queda tan bien, esos arreglos de guitarra tan castizos pero tan propios... porque no nos engañemos, sí, suena a flamenco, pero no deja de sonar a Extremoduro. ¿Cómo lo hacen? Solo ellos conocen el secreto de ese sonido tan peculiar, reconocible y tan suyo: el sonido Extremoduro.

En conjunto es el mejor disco de la historia del rock español porque lo tiene todo: letras sobresalientes, melodías y arreglos perfectos, buena calidad de sonido (muchos discos más antiguos son brutales pero la mala calidad de sonido les hace deslucir) y la creación de una atmósfera especial. 

"Se volvió a gusano, mariposa..."